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Las vías lagrimales son un sistema de drenaje que se encarga de transportar las lágrimas desde la superficie del ojo hasta la nariz. Este sistema está compuesto por pequeños conductos que se extienden desde la superficie del ojo, pasando por el conducto lagrimal y llegando finalmente a la cavidad nasal.

Sin embargo, como cualquier otro sistema del cuerpo, las vías lagrimales pueden verse afectadas por enfermedades. Algunas de las afecciones más comunes que pueden afectarlas incluyen la obstrucción de las vías lagrimales, la infección de las mismas, la inflamación y la producción excesiva de lágrimas.

La obstrucción de las vías lagrimales es una de las afecciones más comunes y puede ser causada por diversos factores, como una infección, una lesión o un crecimiento anormal. Esto puede provocar una acumulación de lágrimas en los ojos y una posible infección bacteriana.

La infección de las vías lagrimales, conocida como dacriocistitis, puede producir inflamación, dolor, enrojecimiento y sensación de ardor en la zona del conducto lagrimal.

La inflamación de las vías lagrimales, por su parte, puede ser causada por diversas afecciones, como la conjuntivitis o el síndrome del ojo seco.

Por último, la producción excesiva de lágrimas, conocida como epífora, puede ser el resultado de una obstrucción o de una inflamación de las vías lagrimales.

En resumen, las enfermedades de las vías lagrimales pueden ser una causa importante de molestias y problemas en los ojos. Es importante estar alerta ante cualquier síntoma y acudir a un especialista si se presenta algún problema en este sistema